jueves, 31 de enero de 2013

Se acaban los fieles

El reciente traspaso de Tayshaun Prince hacia los Memphis Grizzlies muestra cómo se están acabando los jugadores "fieles" a una franquicia.
Prince fue incluido en un trade que traería a José Calderón a Detroit. Una total falta de respeto hacia un jugador que estuvo 11 años en la franquicia, en las buenas y en las malas defendiendo con orgullo la camiseta de los Pistons.
Por ello, para que un jugador pueda jugar toda su carrera en el mismo equipo, las franquicias también tienen que brindarle fidelidad a sus jugadores.



En el trade, parecía una pieza más ya que en éste se incluían a Rudy Gay y a José Calderón.
Pero pongámonos en el lugar de los fanáticos de los Pistons, que de un día para el otro perdieron a el único miembro de los "Bad Boys" de 2004 que quedaba en la plantilla, al cual le guardaban mucho cariño.
Éste video demuestra lo que significó para los fans la marcha de Prince:



¿Cuál es la razón por la que ocurren estas cosas? En la actualidad, las entidades están tan preocupadas por mejorar rápidamente sus plantillas que olvidan que esos jugadores representan más que una simple ficha en la plantilla.

Sin ir más lejos, recientemente había rumores de que los Celtics se desprenderían del legendario Paul Pierce. Algo realmente desubicado ya que es un jugador que lleva 15 años en Boston siendo en muchos el líder, además de llevar a la franquicia de Massachusetts al título en 2008.



Hace un par de décadas, era más común que los jugadores sean fieles a la franquicia que les drafteó. Pero últimamente se está perdiendo esa identidad por un equipo. A los jugadores de ahora les importa más ganar anillos rápidamente que jugar toda su carrera en un equipo.

Los casos más recientes son los de LeBron James, Carmelo Anthony o Dwight Howard, que abandonaron su primer equipo con rumbo a otra franquicia "mejor".

Poco a poco se está extinguiendo el espíritu y la pasión por el primer equipo. La preocupación por tener un gran contrato o el decidir formar grandes plantillas con el objetivo de un anillo inmediato son los mayores factores de que esto ocurra.

El "Big Three" de San Antonio es un gran exponente en lo que se refiere a fidelidad a una franquicia. Es algo único en la historia de la NBA ya que jamás se vieron a 3 jugadores que
jueguen juntos más de 10 años y toda su carrera en el mismo equipo.
Tim Duncan lleva 16 temporadas en los Spurs, Tony Parker 12 y Manu Ginóbili 10.
Llevan jugando 10 años juntos, en los cuáles tuvieron muchos éxitos, con 3 campeonatos conquistados.





A lo largo de la historia, se pueden encontrar casos increíbles como el de John Stockton, quien estuvo jugando 19 temporadas de principio a fin con los Utah Jazz; o el de Reggie Miller, que estuvo 18 años en los Indiana Pacers.
Si seguimos con la "lista", veremos a grandes jugadores activos como Kobe Bryant (17 temporadas en los Lakers), Tim Duncan (16 en San Antonio), Paul Pierce (15 en Boston) o Dirk Nowitzki (15 en Dallas).
Éstos, a pesar de rendir a gran nivel, ya están envejeciendo y seguramente dejen lugar a una nueva generación donde, salvo grandes cambios, el máximo exponente de la fidelidad sea Kevin Durant.





Veremos qué deparará el futuro cuando estos grandes se retiren. Probablemente no hayan tantos jugadores fieles, pero seguramente habrá alguien que lleve ese legado tan especial.

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